

El estudio muestra que los ratones de padres alimentados con una dieta baja en proteínas muestran cambios distintivos y reproducibles en la actividad de los genes metabólicos clave en sus hígados. Esos cambios se producían a pesar del hecho de que los padres nunca vieron a su descendencia ni pasaron tiempo con sus madres, lo que sugiere que la información nutricional pasa a la siguiente generación a través del esperma y sin ninguna clase de influencia social.
Los autores explican que sus conclusiones añaden nuevos datos sobre la importancia del paso de información (tanto genética como ambiental) de generación en generación.
La información nutricional pasa a la siguiente generación por el esperma
Un análisis detallado de los genes de las crías demostró que existen cambios epigenéticos en cientos de genes en función de la dieta paterna, incluyendo alteraciones en alguna secuencia del ADN implicada en el metabolismo de los lípidos. "Parece que cuando los padres pasan hambre, sus descendientes tienen que acumular calorías de alguna manera", señala el investigador estadounidense.
A juicio de los investigadores, en el futuro habrá que escarbar en los antecedentes familiares de los pacientes para conocer la exposición paterna a ciertos factores a la hora de abordar enfermedades como la diabetes, las patologías cardiacas o el alcoholismo.
Los descubrimientos se añaden a la evidencia de que la reprogramación epigenética de genes podría ser un importante mecanismo para pasar la información sobre el entorno, y en este caso el entorno nutricional, de una generación a la siguiente.
La epigenética se refiere a las modificaciones químicas en el ADN heredables que pueden alterar la forma en la que los genes se expresan sin cambiar la secuencia subyacente de sus componentes.
Los investigadores descubrieron que cientos de genes cambiaban en la descendencia de los ratones que habían sido alimentados con la dieta baja en proteínas. El perfil epigenético de los hígados de los ratones jóvenes mostraron numerosas diferencias dependiendo de la dieta paterna, incluyendo la modificación química de una secuencia de ADN que se cree sirve como un promotor para un factor de transcripción de lípidos clave conocido como Ppara.
La incógnita ahora es saber cómo la información se codifica y pasa del padre a sus descendientes, algo que aún se desconoce.
1 comentario:
Aprendi mucho
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