lunes, 23 de noviembre de 2009


El té verde, un tesoro para la salud


Después del agua, el té es la bebida más antigua y más consumida del mundo. El té fue descubierto y consumido en China durante varios milenios, antes de ser cultivado en otros países, como Japón, y mucho más tarde en India, Sri Lanka, Vietnam, etc.

Pero quien dió al té su impulso definitivo en Japón fue el monje budista Zen, Eisai Myoan quien afirmaba que “El té es una medicina milagrosa para el mantenimiento de la salud. El té tiene un poder extraordinario para prolongar la vida. En cualquier sitio donde una persona cultive el té, larga vida será el fruto".

En los tiempos antiguos y los modernos el té es "el elixir que conduce al que asciende la montaña de la inmortalidad".A principio de los años setenta, un grupo de epidemiólogos japoneses encontró en la región central de de Japón, un índice de mortalidad por cáncer de estómago mucho más bajo que en otras zonas, siendo este tipo de cáncer el más frecuente en el país. Continuando con la investigación, también constataron que el índice de mortalidad por cáncer de pulmón era la mitad que en Estados Unidos, siendo que el número de cigarrillos per capita en Japón es más del doble que en USA. En realidad, la tasa de cualquier tipo de cáncer era inferior. Tras un examen de los hábitos de esta población, uno de los factores dietéticos que los distinguía del resto era su alto nivel de consumo de té verde. Ese fué el punto de partida de una serie de investigaciones en Japón, China y Estados Unidos, para tratar de confirmar la relación entre el consumo de té verde y la menor incidencia de cáncer en la población, y para determinar los mecanismos por los cuales el té verde parecía tener estas extraordinarias propiedades.


¿Cuál es el secreto del poder saludable del té?

La clave de sus propiedades hay que buscarlas en los denominados flavonoides, un grupo de más de 5.000 compuestos químicos pertenecientes a la familia de los polifenoles, y que tienen una alta capacidad antioxidante.
Los antioxidantes son sustancias que neutralizan, destruyen o ralentizan la formación de radicales libres en el organismo; entre el 4 y el 5 por ciento del oxígeno que respiramos cada día se transforma en radicales libres, pero también se forman por otras vías tales como por el humo del tabaco, radiaciones solares, contaminantes ambientales, pesticidas, etc., y algunos medicamentos.

La capacidad antioxidante de los flavonoides les confiere un potencial terapéutico en enfermedades cardiovasculares, úlcera gástrica y duodenal, algunos tipos de cáncer y patologías hepáticas, y también se han observado en diversos estudios propiedades antivirales, antitrombóticas, antiinflamatorias, neuroprotectoras y otras.
Se ha demostrado en estudios clínicos que el consumo regular de té aumenta la capacidad antioxidante de la sangre, especialmente en fumadores.

Durante siglos, el té se ha servido en casas chinas como bebida sana para promover salud y bienestar general. Por su contenido en antioxidantes, beber té en una dieta sana ayuda a protegernos de las enfermedades del corazón, según especialistas


Lo que nos aporta una taza de té

Sólo una taza de té nos proporciona alrededor de 200 miligramos de flavonoides, la mayoría se libera durante el primer minuto de infusión. Además, a menor tiempo de infusión, menos flavonoides encontraremos. Basta con beber tres tazas al día durante dos semanas para que aumente en un 25 por ciento la concentración de flavonoides en sangre.


Los componentes del té


  • Catequinas: más que la mitad del contenido total de catequina es galato epigalocatequina, conocida también bajo el nombre de EGCG. Parte de la eficacia de las catequinas del té verde se debe a que protege a la vitamina E, impidiendo su oxidación y permitiéndole realizar más eficazmente su función antioxidativa. Las catequinas no sólo tienen una acción antioxidante directa, sino que también actúan aumentando la producción y actividad de las enzimas antioxidantes intrínsecas (las que producen nuestras células).
  • Rubigenina del té: se trata de un flavonoide complejo que se genera cuando las hojas de té fermentan y ennegrecen.
  • Cafeína:estimulante ligero presente en el té: una taza de 200 ml contiene una media de 40 mg de cafeína, mientras que el café instantáneo contiene 64 mg y otros tipos de café, hasta 150 mg.
  • Tanino: se trata de un tipo de flavonoide que da aroma y amargor al té, presenta propiedades astringentes, además de sus propiedades anti-oxidante.

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