El mango posee un alto contenido en colorantes, por lo que mancha mucho y luego difícilmente se puede quitar la mancha de la ropa. Para evitar todo esto, lo mejor es colocarlo sobre una fuente de canto y perpendicularmente hacia nosotros.
Luego con un cuchillo separar las dos partes laterales de carne. Con ayuda de una cuchara separaremos la piel de la pulpa. Una vez separada, se puede cortar en rodajas, en cubitos o comerla con un cuchillo o tenedor.
El mango se puede comer en ensaladas, como postre, acompañando a otras frutas, con arroz..etc. Tambien se pueden hacer zumos a los que se les puede añadir piña ó lima. La pulpa del mango, una vez seca, se muele y se utiliza como especie en el norte de la India. Tiene un sabor ácido y se utiliza como sustituto del tamarindo. Se emplea normalmente en comidas vegetales pero también para sazonar la carne a la parrilla y hacerla más tierna.
¿Como escoger un buen mango?
Los mangos más sabrosos son los que se recogen ya casi maduros. Sin embargo la mayoría de los mangos se recogen verdes y maduran posteriormente.
A la hora de escoger los mejores mangos del mercado debemos optar por aquellos que tengan una consistencia fuerte y que no estén fofos o demasiado fuertes. No podemos fiarnos del color porque existen muchas variedades y esta característica no determina su grado de maduración o de dulzura. Los buenos entendidos basan su elección en el aroma. Cuando un mango resulta blando al tacto sin resultar fofo y desprende un buen aroma es que esta maduro y listo para comerse.
Los mangos, una vez maduros deben conservarse fuera de la nevera y solamente introducirse en la misma unos momentos antes de comer para que se refresquen y resulten más agradables. Una vez maduros deben comerse pronto dado que se pasan rápidamente.
Varios países utilizan un sistema de medida de densidad simplificado para comprobar si han alcanzado su punto de sazón, ya que ésta se incrementa con la madurez. Las frutas maduras se hunden en agua mientras las inmaduras flotan sobre la superficie.
Los mangos presentan formas y tamaños que dependen de la variedad y el grado de madurez. El color característico de esta fruta varía en tonalidades desde amarillo hasta rojo.
A la hora de comprar un mango, busque aquellos que no presenten manchas negras o blancas, podredumbres, golpes, reventaduras o madurez excesiva. Además, siempre debe comprarlos enteros.
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