No existe un programa genético asesino que se ponga en marcha a una determinada edad para conducir a la vejez y la muerte. Simplemente nuestros mecanismos genéticos de reparación van perdiendo eficacia con la edad.
Existe una familia de genes maestros que rige gran parte de estos procesos de reparación y cuya modulación podría conducir a un aumento significativo de la duración máxima de la vida humana.
Estos genes pertenecen a una familia que produce unas proteínas, las sirtuinas, que actúan regulando la actividad de otros genes relacionados con las defensas celulares, la reparación de daños, la producción de energía y la muerte celular programada (cuya excesiva activación acelera el envejecimiento).
La proteína Sirt2, o sirtuina, es una enzima descrita por primera vez en levaduras y cuya función es la de un centinela que debe de proteger el genoma. Está involucrada en silenciar la expresión genética de determinadas zonas y evitar una expresión descontrolada de los genes que allí se encuentren.
Para entenderlo, es como si las sirtuinas estuvieran atrincheradas en una especie de "cuarteles" protegiendo su zona de influencia (evitando que los genes se descontrolen). Cuando se produce un daño en el ADN ("conflicto") la sirtuina acude donde se ha producido el daño. Cuanta más edad tiene un organismo, más daños tiene el ADN y más sirtuina deja sus "cuarteles" para acudir a las zonas dañadas. Las zonas que han sido desprotegidas (cercanas a los "cuarteles") comienzan a expresar sus genes, produciendose un cambio en la pauta de expresión genética muy característico en los procesos de envejecimiento.
Se ha observado que cuando se incrementan los niveles de Sirt2, las levaduras envejecen más lentamente. En ratones, lo que han encontrado es que la sirtuina denominada SIRT1, se comporta como la proteína de levadura Sirt2.
El científico David Sinclair trabaja actualmente en incrementar la expresión de SIRT1 en ratones envejecidos y comprobar si se produce un cambio a una fase más "juvenil", lo que significaría que si podrían revertir los efectos de la edad.
Como vemos, las sirtuinas están implicadas en casi la totalidad de los procesos que se habían identificado como relacionados con el envejecimiento. El resveratrol también activa a Sirt1 y consigue el mismo efecto.
Al ser el resveratrol un activador de las sirtuinas, se convierte en un potencial agente anti-aging.
Referencias
- Sinclair, D. A. (2002). "Paradigms and pitfalls of yeast longevity research." Mech Ageing Dev 123(8):857-867. PubMed
- OBERDOERFFER, P., MICHAN, S., MCVAY, M., MOSTOSLAVSKY, R., VANN, J., PARK, S., HARTLERODE, A., STEGMULLER, J., HAFNER, A., & LOERCH, P. (2008). SIRT1 Redistribution on Chromatin Promotes Genomic Stability but Alters Gene Expression during Aging Cell, 135 (5), 907-918 DOI: 10.1016/j.cell.2008.10.025
- http://www.nature.com/news/2008/081126/full/456433a.html
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